Cuando notas que el brillo en la superficie de tu encimera de cuarzo ya no es el mismo, puede ser el momento de considerar un pulido. El cuarzo es un material compuesto que mezcla resina y partículas naturales, y aunque es bastante duradero, con el tiempo puede presentar algunas marcas. Yo he visto encimeras que tras 5 o 6 años, especialmente en cocinas con uso intensivo, empiezan a perder ese toque lustroso. Uno de los consejos más prácticos es observar si la superficie refleja la luz uniformemente. Si hay zonas opacas, probablemente necesites un buen pulido.
Recuerda, en el mundo del diseño de interiores, las encimeras de cuarzo son reconocidas por su resistencia al rayado y a las manchas. Sin embargo, componentes tan duros y atractivos a veces requieren de un mantenimiento especial para mantener su apariencia. Empresas como Cosentino, famosas por sus superficies Silestone, recomiendan realizar un mantenimiento regular para mantener las encimeras en perfectas condiciones durante décadas. Esto incluye el uso de productos adecuados que no tengan un pH extremo y evitar herramientas de limpieza abrasivas.
Para aquellos interesados en una solución casera, un poco de agua tibia y jabón suave pueden ser aliados. Si el problema persiste y se decide por el pulido profesional, el costo de estos servicios puede variar dependiendo de la región, pero generalmente oscila entre 150 y 300 euros para una cocina de tamaño promedio. Las empresas especializadas suelen utilizar máquinas de pulido con discos de diamante que logran un acabado impecable sin dañar la superficie.
Ya he escuchado sobre algún conocido que decidió evitar el costo del pulido y terminó dañando su encimera utilizando un producto químico inadecuado. Por eso siempre sugiero consultar con profesionales, al menos para obtener una opinión calificada antes de emprender cualquier acción. Además, existen varios tutoriales en línea que muestran como pulir cuarzo cocina de manera segura. No todo granito o mármol se compara al versátil cuarzo, y su mantenimiento no debe ser tomado a la ligera.